Los días 23, 24 y 25 de junio, Barcelona acogió el VisibLES, primer festival de culturas lesbianas de la ciudad. El encuentro, celebrado en La Bonne, contó con actuaciones musicales, teatro, cabaret, proyeciones de cine, charlas y otras actividades desarrolladas por mujeres. Hemos hablado con algunas de ellas: Chocolate Remix, Gracia Camps, Naila Vázquez y Guerrilla Gordix nos hablan de sus propuestas culturales, su relación con la industria, sus opresiones como mujer, como gorda o como lesbiana y, por supuesto, sobre el desarrollo del festival. Estos son nuestras testimonios VisibLES.
Gracia Camps – organización del VisibLES
El festival nació de una conversación entre Carme Porta i Marta Vergonyós donde se habló sobre el vacío que existe de espacios de representación para lesbianas. Marta habó con Miriam Alemany, Miriam me lo propuso a mí y luego nos juntamos con InOutRadio y nos pusimos a imaginarlo. También se sumó Pol Galofre, de La Bonne. Queríamos hacer algo pequeño y al final nos hemos venido arriba y hay cuatro días de espectáculos, mesas redondas, talleres, cine… Estamos planteando el VisibLES como primera edición, y ya estamos pensando «el año que viene haremos…». Queremos repetir.
A las lesbianas nos cuesta tener visibilidad. Nos cuesta ocupar los espacios públicos. Hay festivales que no son especialmente para hombres heterosexuales pero donde en el escenario casi todos son hombres heterosexuales. Y queremos girar la situación: llenar el escenario, las mesas de las ponencias, las pantallas y la cultura en general. Que haya mujeres en general y lesbianas en particular porque están especialmente invisibilizadas.
Gracia Camps – organización del VisibLES: «Queríamos hacer algo pequeño y al final nos hemos venido arriba»
Hemos tenido una respuesta muy positiva por parte de la gente, de los colectivos y de las instituciones. De creerse que todo esto que hemos montado es necesario. Por otra parte, hemos notado que sí está empezando a haber una reacción por parte de las lesbianas, de darse cuenta de que somos muchas y que hay una gran calidad artística en todos los ámbitos pero que nos faltan espacios donde visibilizarnos colectivamente. Se necesitan mujeres reales en el escenario. No a una mujer guapísima, súper femenina y que es lesbiana pero «solo tiene este pequeño fallo». Hay que visibilizar distintas identidades y expresiones de género, desde la más masculina hasta la más femenina pasando por mil matices. No queremos ser normales, queremos ser diversas y gozarlo.
Por otra parte, también hemos querido que este festival se convirtiera en un vínculo entre la comunidad lesbiana sorda – que aquí, en Barcelona, es muy grande – y la comunidad oyente. Para ello, hemos subtitulado o añadido intérpretes de lengua de signos a todos los actos, y hemos integrado a artistas sordas en el escenario.
Naila Vázquez – microteatro L’informer
Nuestra obra de teatro parte del libro I visqueren felices (2014) que recopila historias lésbicas que acaban bien. Yo escribí un cuento y me di cuenta de que era un poco como una obra de teatro, con mucho diálogo, y surgió la idea de llevarlo al escenario. La idea se quedó ahí hasta que volví de Londres hace un año y así empezó un poco todo. La historia va de dos madres llamadas al despacho de la directora para hablar de sus hijas.
Tradicionalmente, las historias de lesbianas en ficción siempre eran trágicas. Eso tiene que ver con la censura: al ser personajes que se salían de la norma tenían que acabar locas, muertas o casadas con un hombre. Entonces era necesario crear una historia un poco simpática y que te deje con buen sabor de boca.
Nos gusta actuar en el VisibLES porque sabemos que contamos con un público receptivo, y eso se nota. Nosotras intentamos hacer pensar un poquito a través de las historias y de la ficción, y lanzar un mensaje positivo respecto al hecho de ser lesbiana. Además, las mujeres que aparecen en la obra no solo son la madre o la mujer de alguien, sino que también son las protagonistas de la historia.
Las mujeres son las que consumen más cultura pero no están en la dirección de las obras, y las historias que se escriben son historias desde la vivencia de los hombres. No es cierto que los hombres no puedan empatizar con las historias escritas por mujeres… Si yo puedo ver un documental de animalitos y empatizar con ellos, ¡¿no lo van a hacer los hombres con las historias hechas por mujeres?!
Naila Vázquez: «Si yo puedo ver un documental de animalitos y empatizar con ellos, ¡¿no lo van a hacer los hombres con las historias hechas por mujeres?!»
Carme i Magdalena – Guerrilla Gordix (cabaret)
En el cabaret, nos enfrentamos a la gordofobia desnudándonos. También hablamos de temas incómodos que atraviesan a la gente, utilizando siempre el humor. Lo hacemos para que la gente le de un poco al coco, ¡son como puñetazos! (risas). Todo es desde un punto cabaretero y a veces es difícil encontrar el equilibrio entre «Vale, sí, reíros de nuestras escenas» y «entended que todo esto es real, nos ocurre a nosotras de manera cotidiana y le ocurre a muchísima más gente».
Nuestro espectáculo es una desnudez por fuera y por dentro. Existe una invisibilización brutal de los cuerpos gordos en todo lo cultural y que de repente seamos nueve gordas en el escenario mostrando nuestros cuerpos tiene un punto subversivo. Mostramos nuestros cuerpos porque no están en ninguna parte. A eso se le suma la desnudez personal porque mostramos todas las opresiones que sufrimos cotidianamente. Con humor, pero las mostramos.
Si no hay referentes es mucho más difícil e igual que pasa con las gordas también pasa con las lesbianas. Tener referentes gordos te reconcilia contigo misma, porque si todos los referentes son delgados piensas que debes adaptarte a eso.
La gordofobia es transversal, aunque sí que es cierto que los espacios feministas son un poco más afines porque ya cuestionan ciertos cánones corporales, reafirman la existencia de la diversidad identitaria, sexual, de género, etc. Por lo tanto, el contexto propicia que el hilo teórico o argumentativo de nuestro discurso sea más fácil de encajar.
Romina – Chocolate Remix (lesbian reggaeton)
Gran parte de lo que hago tiene que ver con la visibilidad lésbica, que es mi identidad. Por un lado hay la visibilización de nuestra sexualidad y por otro lado, una crítica a todas las opresiones que sufrimos como lesbianas, como mujeres y como colectivo disidente. Por lo tanto, hay una parte muy importante de crítica al sistema machista y a la homofobia, que son grandes luchas que nos atraviesan, y luego el festejo del goce de nuestra sexualidad.
Bastante de lo que hago tiene mucho de sátira y de parodia; son figuras retóricas muy presentes en lo que hago. Pero bueno, es una mezcla, no se podría decir que todo lo que hago es meramente parodia. A la vez, hablo de muchas cosas de manera seria. Me gusta mucho jugar con los límites entre lo que es una broma y lo que no y que eso despierte interrogantes en quien lo escucha.
Para mí, este festival supone un punto de encuentro para cosas que nos representan como mujeres y como lesbianas, y también una manera de visibilizarnos hacia el resto de la sociedad. Lo que noto hoy y aquí es la energía de compartir nuestra identidad, nuestros vínculos y así forjarnos como colectivo para salir hacia fuera.
Chocolate Remix: «Hacer reggaeton lésbico surgió de tomar este género, usualmente tan liderado por hombres aunque, en realidad, tampoco difiere tanto de cualquier otro género: todos están dominados por varones.»
Tengo entendido que soy la primera en hacer reggaeton sobre lesbianas o al menos desde el punto de vista de una mujer lesbiana cantando. Por ejemplo, existe una canción de Don Omar que habla de dos lesbianas y es un poco gracioso porque el punto de vista es un poco otro, ¿no? El reggaeton es un género que ha estado siempre liderado por varones y las mujeres han sido muchas menos, así que creo que una mujer haciendo reggaeton, lesbiana o no, ya es un acto político fuerte.
La idea de hacer reggaeton lésbico surgió de tomar este género, usualmente tan liderado por hombres aunque, en realidad, tampoco difiere tanto de cualquier otro género: todos están dominados por varones. También creo que es necesario que existan otro tipo de referentes distintos a las mujeres que suelen aparecer en la industria musical. Y no solo en la música: en cualquier espacio es necesario mostrar todo lo que somos y nuestra forma de vivir la vida a las personas que nunca se han preguntado por qué la mayoría de la gente responde a ciertos cánones. Yo creo que hay un montón de gente que sigue los cánones porque no se le ocurre ninguna otra manera de transitar la vida. Creo que el hecho de mostrar otras experiencias y otras vivencias va a ir despertando la conciencia, porque que alguien responda a la norma no quiere decir necesariamente que haya sido por elección.
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