¿Está preparada la escena musical para la paridad?

La paridad en los festivales de música es uno de los temas más debatidos en las conversaciones en torno al sector que se vienen celebrando en los últimos años, y más intensamente en los últimos meses. Ayer, estuvimos participando en uno de estos debates que se celebró en la Sala 3 del Apolo con motivo de su 75 Aniversario.

La mesa reunía a las siguientes ponentes:

Nara Pinto: Ha sido programadora de eventos como Bilbao BBK Live, Azkena Rock Fest, Sonisphere o BIME. Actualmente es una de las responsables de programación de Mad Cool y promotora de Live Nation Madrid.

Mireia Madroñero: Directora artística del ciclo Els Vespres de la UB y de las fiestas La Santa Spinna. Es también mánager de artistas y responsable de la sección de música moderna del programa Àrtic de Betevé. Imparte clases de booking y producción de eventos musicales en diversos posgrados relacionados con la industria musical.

Andrea Alvarado: Abogada y  co-editora del Fanzine Bulbasaur.

Alberto Guijarro: Director artístico de Sala Apolo.

Silvia Valle: Pedagoga y Técnica en Promoción de Igualdad de género en proceso. Es editora de MYM, donde le dejamos que nos cuente todo lo que sabe de música electrónica y deconstrucción del amor romántico, además de pensar fuerte sobre acciones positivas para romper la brecha de género en el sector.

Pronto, al comenzar las intervenciones, comenzaron a verse reflejados dos frentes diferenciados: la industria y el activismo. La primera representada por Nara, Mireia y Alberto, y el segundo por Silvia y Andrea. Así las cosas, Carmen Zapata fue un acierto como moderadora, representando perfectamente la fusión de ambos mundos,  con su trabajo como directora artística de Curt Circuit y su esfuerzo por mejorar la situación de la industria desde ASACC y Asociación MIM.

A la pregunta que daba título a la charla «¿Está preparada la escena musical para la paridad?» ninguno de los ponentes supo responder con SÍ o NO como pedía la moderadora. Alberto, Nara y Mireia coincidieron en que el área de producción, los trabajos que ofrece el sector musical están definitivamente preparados para la paridad. Alberto puso sobre la mesa que cuando va a dar clases en los postgrados y cursos relacionados con la industria prácticamente el 80% de alumnado son mujeres que tarde o temprano llegarán al ámbito profesional y cambiarán necesariamente un sector que a día de hoy sigue muy masculinizado. Pero insiste en que es una cuestión de tiempo:

«En la plantilla actual del Apolo las mujeres son minoría y eso debe cambiar, pero ¿Qué hago? No puedo despedir a los chicos que trabajan actualmente. Pero en la fase académica predominan las mujeres, y tarde o temprano llegarán a ocupar esos puestos.»

Alberto Guijarro

Por su parte Mireia, apuntaba que aunque el sector está preparado, aún no está pasando. Las mujeres que se profesionalizan lo hacen en oficios concretos y otros siguen estando abrumadoramente masculinizados (principalmente los trabajos técnicos y los puestos de decisión).

«En aspectos de gestión y dirección falta mucho camino para que las mujeres lleguen a tener poder de decisión a nivel de empresa.»

Mireia Madroñero

Esta confirmación de que el sector está preparado en lo laboral para abrir las puertas a la paridad, contrastaba con las respuestas que dieron estos tres ponentes sobre la parte artística, es decir: ¿Están preparados los carteles para la paridad? ¿Hay suficientes mujeres haciendo música con la calidad necesaria? Alberto, Mireia y Nara coinciden en que esta fase no está tan madura, en que depende mucho del tipo de evento que estás programando, los criterios que se siguen y el género musical.

Andrea respondía entonces que hay muchas mujeres haciendo música. «Si profundizamos en un género podemos encontrar muchísimas, incluso en el heavy y el hip hop, pero se tiene que poner esfuerzo e interés en encontrarlas». Por su parte, nuestra compañera Silvia apuntó:

«Quizá quien no está preparado para la paridad no sean las artistas sino quienes generan los espacios donde la paridad debería ser posible.»

Silvia Valle

Se planteó también si el hecho de que en las estructuras de decisión haya más mujeres condiciona el panorama de la programación. A esto, Andrea respondía que no basta con ser mujer para tener esta conciencia:

«Por el hecho de ser mujer no quiere decir que vayas a generar espacios más amables para las mujeres o que vayas a contratar a más. Además hay que tener una conciencia y la voluntad de hacerlo. Aunque sí es cierto que como mujeres somos más sensibles a esa conciencia y cuantas más mujeres haya, será más fácil que se genere una masa crítica para cambiar ciertas inercias a la hora de contratar, y compatibilizar el trabajo y la vida privada.»

Andrea Alvarado

Zapata avanzó en el debate con la siguiente cuestión:

«¿Os parece que es natural programar cualquier acto musical en el que haya 0 mujeres? A mí me parece tremendamente difícil, me lo tendría que proponer»

Con esta pregunta se abrió el melón de las cuotas de paridad y la meritocracia, tan recurrido en este tipo de debates. Mireia fue la primera en apuntar que las mujeres no entran en sus programaciones por el simple hecho de ser mujer, sino que debe haber un criterio de calidad. Tampoco es algo que siente bien a las artistas, que se las considere por el hecho de ser mujeres y no por su música. A esto, la moderadora respondía que la excelencia que se les pide a las chicas no es la mismas que a los chicos, a ellas se les exige perfección, y no se les da la oportunidad de «no ser tan buenas» y tener un margen para evolucionar, cosa que sí sucede con los hombres. Mireia se mostraba de acuerdo y afirmaba que además «la autoexigencia nos viene de fábrica a las mujeres».

Entonces, Andrea planteaba una pregunta muy interesante a los profesionales del sector que en ese momento coincidían en que sus programaciones debían basarse en criterios de calidad.

«A los que tenéis experiencia programando: ¿Nunca os habéis movido por criterios de mercado y competencia? ¿O solo por criterios de calidad? ¿Alguna vez os habéis planteado si vuestro criterio es realmente neutro y puramente artístico? Teniendo en cuenta que el mundo se mueve a través de influencias y contactos y con muchos sesgos de raza, género, clase, etc. Hablar de criterios de calidad me parece una ficción. Como si el sector de la música fuese ajeno a todo esto»

Andrea Alvarado

El director artístico del Apolo indicaba entonces que es un equilibrio entre el potencial rendimiento del artista y la atracción que pueda suscitar al programador. Que «muchos representantes te intentan «colar» artistas y que es un juego al que juegas o no. Cuando no impera el factor económico tienes más libertad de dejarte guiar por tu propio criterio y decidir que es un momento adecuado para cierto tipo de música. Pero siempre se contrata a través de representantes y habitualmente solo alrededor del 15% de los roster de los agentes son mujeres.»

Nara Pinto afirmaba rotundamente que todo el mundo hace concesiones a sus agentes de contratación. «Al final entras en esa relación laboral en la que es importante llegar a acuerdos y cuidar los contactos. Muchos agentes te ofrecen artistas consolidados y algunos más pequeños para conseguirles promoción. Pero también entiendes que los agentes se ganan cierta confianza y que si alguien te está trayendo a Radiohead no te va a intentar colar a su cuñado, confías en su criterio». Nara también aportaba la idea de que más que en el gusto del programador, las programaciones son el resultado de la demanda del público y que conocer a cada público es una parte muy importante de este trabajo. También nos contaba que por su experiencia es muy frecuente que otros eventos «te roben bandas», y que muchas veces aunque te empeñes en traer a grupos de mujeres termina siendo imposible. En este punto Mireia añadía que los estudios sobre presencia femenina en los eventos musicales le causan cierto recelo, porque:

«No sabemos lo que ha pasado detrás, si el cartel ideal planteado inicialmente estaba repleto de mujeres y finalmente no ha sido posible por diversas circunstancias»

Mireia Madroñero

A esto, Silvia respondía que lo puedes entender si ese porcentaje cae del 40 al 20% de mujeres, pero que la situación real es que la cerca de la mitad de eventos musicales no alcanzan el 10% de presencia femenina, y que esto es ofensivo.

En definitiva, es cierto que necesitamos un análisis cualitativo a posteriori, un debate y propuestas para mejorar la situación, pero el análisis numérico evidencia con claridad una brecha de género innegable e inaceptable.

Para finalizar el evento se preguntó a las ponentes qué acciones están poniendo en marcha en su día a día para mejorar esta situación. Alberto nos contó su proceso de aprendizaje continuo, hablando con amigas feministas con diversas perspectivas y rompiendo con muchas ideas preconcebidas. Nara afirmó que trataba de contratar a más chicas en su equipo y aplicar la discriminación positiva ante las situaciones en las que hay una igualdad de capacidades. Carmen tiene un calendario multicolor (verde para  mujeres, amarillo para grupos mixtos, rojo para hombres) y que cuando se descompensa hace saltar la alerta. Mireia comentaba que lo tiene muy presente a la hora de programar y que es vital tener curiosidad e interés por encontrar a esas mujeres que están haciendo música y no son tan visibles. Silvia habló de nuestra base de datos de mujeres músicas y Andrea finalizo con una cita de la entrevista que realizó Fanzine Bulbasaur a Female Pressure:

Programadores, ¡pensad fuera de vuestra burbuja por una vez!(…)El asunto va sobre hacer un buen trabajo de contratación, contratar o comisariar como un arte; no todos los programadores son buenos, ¡igual que en cualquier otro trabajo! Haz una buena búsqueda, mira cosas nuevas o cosas que no conozcas, ten un sentido para la acción afirmativa y promueve caras y posicionamientos nuevos. Y siempre cuestiona tu propio sistema de decisiones y tu sentido de «lo relevante” 

Christin Bolte. Female Pressure

 

 

Ale Castellano

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