Cantautora (1983, Lancaster, Reino Unido. Murcia-España)
Género: folk, pop, canción de autora, indie.

Cantautora (1983, Lancaster, Reino Unido. Murcia-España)
Género: folk, pop, canción de autora, indie.

Cantante y compositora (1987. Málaga, España)
Géneros: pop, indie, folk.

Banda (2004. Madrid, España)
Géneros: Indie, pop, rock, punk.
Ariadna (Voz) Jorge (Guitarra) Chema (Batería) Manu -aka Anntona (Guitarra)

Banda (2006-2017. Madrid, España)
Géneros: indie, pop, folk.
Ari -guitarra, voz, mandolina, ukelele, wurlitzer, sintetizador, percusión.
Ana – acordeón, piano, percusión, coros.
Álvaro -banjo, bajo, guitarra, percusión, coros.
Joshua -batería, percusión, coros.

Cantante (Madrid, España)
Géneros: soul, jazz, funk.
Suele ir acompañada de su banda The Blue Flaps.

Foto: Frecuencia Urbana
Banda (2013, Madrid, España)
Géneros: Rock, pop, soul

Aurora García – vocalista
José Funko- guitarra
Martín García- saxo, teclados
Maxi Resnicoski – batería
Pablo Rodas- Bajo
Luis Pinel- Teclado
Clásicas y modernas es una asociación constituida en para lograr la igualdad de género en el ámbito de la cultura.
Velan por el cumplimiento de la Ley orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, y denuncian públicamente aquellos eventos, actividades e instituciones que la ignoran.
Impulsan acciones para la consecución de la igualdad real en ámbitos como el cine, la música, el teatro, la fotografía, las artes plásticas, la literatura,etc.

Síguelas en sus redes:
Cantante y compositora (02/09/1971 Ballybricken, Irlanda-15/01/2018. Londres, Reino Unido)
Géneros: Rock, folk, pop, post-punk.
Formó parte del grupo The Cranberries y fue la compositora de canciones tan recordadas como Zombie, Linger o Animal Instinct. También desarrolló carrera en solitario desde 2007 hasta su repentina muerte en enero de 2018 a los 46 años.

La presencia de mujeres en los escenarios sigue siendo mucho menor que la de los hombres. ¿Qué variables influyen en esta desigualdad? Si empezamos a tirar del hilo, tenemos roles de género e imaginarios colectivos que cargamos a nuestras espaldas, administraciones poco eficaces a la hora de implementar medidas de igualdad, el problema de la conciliación, la presión estética, el capitalismo, la falta de referentes… Sigue leyendo, verás que la cosa se complica.
Los festivales amenizan cualquier época del año: en verano, para disfrutar del modo campo y playa, empaparse de naturaleza y bailar hasta que amanezca; en invierno, para calentarse entre la multitud disfrutando de ese pequeño espacio de desinhibición al ritmo de la música.
Un festival también nos ofrece la posibilidad de ver a un montón de artistas y bandas, desde la más consolidada a la que toca por primera vez ante tanta gente; estos últimos pueden aprovechar esa visibilidad para dar un salto en su carrera profesional. En resumen, todxs contentxs. Hasta que nos damos cuenta de que no hay mujeres en festivales: algo no va bien.
Entre los meses de marzo y julio de 2017 realizamos un estudio para evaluar la presencia de mujeres en los principales festivales del panorama musical español. Los resultados mostraron que, de media, hay poco más del 10% de mujeres programadas. El caso del Viñarrock fue el más sonado, siendo uno de los festivales analizados que contaba con más artistas sobre el escenario (479) y con la menor participación femenina (15); solo el 3,13% del total de músicos del la edición 2017 del Viñarock fueron mujeres. Este año volveremos a contar. ¿Habrán mejorado?
Aunque se avance en términos de igualdad, los cambios son lentos. Por ejemplo, ¿alguien se imagina un ciclo de jazz con intérpretes mujeres y hombres a partes iguales? Hoy en día sería algo raro y, sin embargo, no será porque no haya mujeres haciendo música. ¿Acaso no vemos a trompetistas, contrabajistas o pianistas femeninas en las escuelas de música?
Los procesos de socialización tienen un enorme peso en la forma de construirnos en todas nuestras facetas de vida, también en la música. Por eso, si nos ponemos manos a la obra, podemos incidir en el cambio y contribuir a la igualdad de libertades, derechos y oportunidades. A continuación, unas cuantas acciones que pueden ayudar a mejorar la situación de las mujeres en la música (y en el conjunto de la sociedad):
Poner fin a la presión estética es dar la oportunidad a mujeres con físicos no normativos a que puedan despuntar en el mundo mainstream y no quedarse solamente en los espacios musicales alternativos o minoritarios. Romper otro techo.
Sabemos que el capitalismo se sube siempre a la ola más grande, es decir, que cuando una tendencia – que al principio era minoritaria – pasa a representar a más y más gente, el mercado empieza a prestarle atención. Si visibilizamos otros cuerpos e identidades abriremos la puerta a que puedan florecer otras artistas que no se ajustan a los cánones.
¿Juguetes sexistas? NO, gracias https://t.co/rdObWE0HLC pic.twitter.com/Z1EfPV9YVb
— PCPE – Juventud RM (@PCPE_RM) 6 de enero de 2018
Otro punto importante, y presente en toda la sociedad, es la diferencia de roles que juegan ellos y ellas. Encima del escenario, la mayoría de mujeres son cantantes solistas o bien vocalistas de grupos donde el resto de la banda está formada por músicos masculinos. Los hombres, en cambio, vienen en todos los formatos, ya sea como cantautores solistas o en bandas de hombres. En palabras de Bjork, los hombres pueden ser lo que quieran, pueden ser genuínos, mientras que las mujeres solo pueden ser femenine, femenine and femenine.
Más de lo mismo: No suele pasar que las mujeres toquen la batería o el bajo. Tampoco que hombres canten bajo la producción musical de una mujer. En el imaginario colectivo no existe ese papel de mujer-creadora pero sí están el de musa, el de grupi o el de diva hiper-hot. Revisémonos los estereotipos de género en la vida cotidiana para acabar con las Cosas-de-chicas® y Cosas-de-chicos®.
Sí, existe, y es de 2007. Entre otras cosas, la Ley de Igualdad nos dice que las autoridades públicas «velarán por hacer efectivo el principio de igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en todo lo concerniente a la creación y producción artística e intelectual y a la difusión de la misma y para promover la presencia equilibrada de mujeres y hombres en la oferta artística y cultural pública».
Ayuntamientos e Instituciones varias, yo me/os pregunto: – Siendo la legislación tan clara, ¿por qué no se está implementando? – Quizás nadie se ha preocupado del problema de la infra-representación de la mujer en espacios culturales hasta la fecha. Quizás la Administración está falta de formación en perspectiva de género. La propuesta de MYM: pasos cortos, ayudas y promoción y suma de esfuerzos entre el sector público y las promotoras para que cada año vaya aumentando poco a poco el ratio de mujeres encima de los escenarios.
Las mujeres cobran menos y además trabajan más horas y se encargan de la mayor parte de la producción no remunerada (especialmente tareas del hogar y de cuidados). La dificultad de una artista femenina para conciliar su carrera musical y el resto de su vida no es menor, y ya se hace prácticamente imposible si además se junta con otras tantas mujeres para formar una banda o algún otro proyecto en conjunto. Precisamente, el grupo barcelonés La Tía Carmen nos hablaba de esta falta de tiempo como una de las causas que las llevó a dejar los escenarios. Apostemos por una repartición equilibrada de las responsabilidades para poder tener tiempo de otras cosas (si es para la música, mejor que mejor).
«El sistema educativo prepara a las mujeres para ser perfectas y a los hombres para ser competitivos», decía Carmen Zapata, de la Asociación MIM. En efecto, las barreras auto-impuestas son eso: obstáculos que te impiden llegar a donde quieres llegar. Buscamos un objetivo inalcanzable y nos quedamos por el camino.
Dar el salto al escenario no solo beneficia a quien se atreve, sino que también inspira y sirve para que suban otras después. Por eso es tan importante el papel de los referentes. Por eso cada día hay más mujeres que se reivindican sin necesidad de justificarse, pedir permiso o demostrar su valía.
Somos muchas, estamos concienciadas y no nos callamos. Ahora solo falta que nos conozcamos, nos apoyemos, compartamos ideas y elaboremos propuestas conjuntas. A través de la sororidad, podemos conseguirlo.
Por cierto, si quieres información acerca de asociaciones y colectivos que están trabajando para la igualdad de género en la música, puedes consultar la pestaña Resistencias donde encontrarás distintas propuestas de incidencia política, activismo o proyectos culturales y artísticos. Si conoces o formas parte de alguna otra entidad que no aparezca en la lista, nos puedes escribir a hola@mujeresymusica.com y la indexaremos.