Debate MYM: Expertas reflexionan sobre la situación de las mujeres en la música

El 9 de julio se celebró en el emblemático edificio de Can Vies de Barcelona la primera mesa redonda organizada por MYM. En ella, profesionales vinculadas a distintos ámbitos a la industria musical debatieron sobre la relación entre las mujeres y la música, su situación en la actualidad, su complejidad y los retos del sector, así como las posibles soluciones y medidas para contribuir a la igualdad de género.

Aquí tienes el audio de la mesa. Para identificar a las participantes y aclarar partes que no se entienden mucho en el audio, hemos transcrito aquí las aportaciones más relevantes.


¿Qué lugares han ocupado las mujeres en las canciones, en las bandas, en los festivales, en las portadas…? ¿Dónde están las mujeres compositoras, bateristas o trompetistas? La jornada abría la puerta a la reflexión entorno a estas y otras cuestiones, de profunda complejidad, para analizarlas desde distintos puntos de vista. El debate, presentado y moderado por Ale Castellano, contó con estas cinco mujeres: 

Clara Peya: Pianista y compositora. Dirige la compañía de teatro social y danza Les Impuxibles.

Silvia Martínez: Etnomusicóloga y profesora de la Escuela Superior de Música de Catalunya (ESMUC).

Carmen Zapata: Presidenta de la Asociación de Mujeres en la Industria de la Música (MIM) y gerente de Asociación de Salas de Conciertos de Catalunya (ASACC).

Cristina Torres: Programadora. Directora y fundadora de Tem Producciones.

Marta Delatte: Periodista musical (VICE y Broadly) y Directora creativa en ellen james;

Vermut MYM: Mujeres y Música

Parte 1 – Las mujeres como sujetos

A la pregunta de cuál diríais que es la situación de las mujeres en la música, Carmen Zapata y Silvia Martínez coincidieron en denunciar la escasa de presencia en puestos de responsabilidad, así como en aquellos ámbitos asociados a la masculinidad en una industria donde los roles de género siguen teniendo un peso muy significativo.

  • Carmen Zapata: La situación de las mujeres en la música es minoritaria, precaria y casi invisible en los puestos de dirección. Creo que las artistas son las que pueden dar visibilidad y empuje a nuestras reivindicaciones de género, pero más lamentable es la situación de las gestoras, las programadoras o las técnicas, que son muchísimas menos y lo tienen mucho más difícil. Esto es incomprensible porque cada vez hay más mujeres en las facultades y en las escuelas de música y no se corresponde el mundo académico con el mundo profesional. Creo que aún estamos en fase de diagnóstico y que todas estamos aquí con un denominador común que es vigilar, fiscalizar y saber qué está pasando, dónde estamos y cómo podemos mejorar nuestra situación.
  • Silvia Martínez: Cuánto más abajo miramos del escalafón, más mujeres hay. En las aulas, en según que estilo musical, según que instrumento y según qué prácticas musicales casi no hay mujeres. Una de las razones es la tradición, otra es que estamos en 2017 pero los referentes simbólicos siguen siendo muy fuertes. Las chicas siguen tocando el piano, el violín, la flauta… pero si alguna quiere tocar el bajo eléctrico tiene que batallar para hacerse un sitio. Son pequeñas luchas. Estamos en un mundo binario en el que, o eres de un lado, o eres del otro. El otro día leía a Chocolate Remix que decía «El reggaeton es machista como cualquier otra música«. Vivimos en un mundo absolutamente patriarcal y machista y la música así lo refleja.

Se pasó a debatir entorno a la Ley de Igualdad. El Artículo 26 sobre la igualdad en el ámbito de la creación y producción artística e intelectual tiene por objetivo velar por el principio de «igualdad de trato y oportunidades», y para ello prevé «adoptar medidas destinadas a favorecer la promoción específica de mujeres» o «adoptar medidas de acción positiva». En la práctica, vemos que raramente se llegan a aplicar estas medidas previstas en la ley de forma eficaz (recordamos que el porcentaje de mujeres en los escenarios de los festivales en 2017 no pasa de poco más de un 10%). Siendo así, nos planteamos, ¿se suficientemente clara la legislación vigente? ¿Quién es responsable de que se cumpla?

Cristina Torres señalaba la falta de sensibilidad por parte de las insituciones públicas, a las que insta a presionar mediante la recogida de datos relativos a los porcentajes de mujeres y hombres que se representan en escena. Por otra parte, Carmen Zapata apelaba a la educación como medio de trabajo para la igualdad, reconociendo que mujeres y hombres reciben mensajes distintos cuando deciden formarse como artistas. Clara Peya, por su parte, quiso reivindicar su papel de líder femenina en un equipo formado por hombres,un hecho con poca experiencia y cultura previas que contribuye también a visibilizar otras formas de organización de los roles dentro de un proyecto artístico.

Ley de igualdad articulo 26

Artículo 26 de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.

    • Cristina Torres: No hay sensibilidad por parte de las instituciones. Por lo tanto, se tiene que hacer mucha presión, se tienen que visibilizar los puntos en los que estamos de acuerdo y aportar datos para que reaccionen.
    • Carmen Zapata: Creo que es mucho más complejo que aplicar esa ley. Hay que remontarse mucho más atrás, ir a la raíz del problema: a lo social y a lo educativo. ¿Por qué hay menos chicas que acaban sus estudios musicales? ¿Por qué  hay menos chicas que, cuando llega la adolescencia, montan una banda, mientras que los chicos, con la misma formación o menos se lanzan a montar una banda? – Es porque están absolutamente más fiscalizadas las mujeres que los hombres cuando se atreven a pisar un escenario, y eso forma parte de la educación. Hace poco leía un estudio que decía que el sistema educativo prepara a las mujeres para ser perfectas y a los hombres para ser competitivos. A los hombres se les educa para luchar por aquello que creen que merecen. También hay que reclamar las cuotas, reconociendo que nuestra industria aún está inmadura para reclamar cuotas del 50%. Hay que ser estrategas e ir haciendo escalado, y reclamar esa ley en la medida de lo posible.

Están absolutamente más fiscalizadas las mujeres que los hombres cuando se atreven a pisar un escenario, y eso forma parte de la educación.

Carmen Zapata

  • Clara Peya: Nosotras tratamos el tema de la violencia sexual en nuestro espectáculo que ha generado un debate muy interesante, que posiciona con mucha diferencia a los hombres de las mujeres. Eso es muy interesante. También tengo que decir que en los conciertos que yo hago el 80% son mujeres. Cuando empecé a tocar música moderna, mis compañeros no querían tocar conmigo, y yo pensaba, ¿por qué, si toco mejor que vosotros? Las otras tías que había eran cantantes y con ellas sí que querían tocar. La elección de coger a los chicos que tocan conmigo es para ver que las chicas pueden liderar a chicos. Yo soy una chica que lidera un grupo de chicos y se puede, aunque cuesta.

Cuando empecé a tocar música moderna, mis compañeros no querían tocar conmigo, y yo pensaba, ¿por qué, si toco mejor que vosotros? 

Clara Peya

Vermut MYM Mesa de debate

De izquierda a derecha: Ale Castellano, Cristina Torres, Carmen Zapata, Sílvia Martínez, Clara Peya y Marta Delatte en el Debate MYM. Foto: Laura Valls

  • Silvia Martínez: Sí que es un tema de educación, pero no se llega. Yo estoy dando clases desde hace 20 años y hoy aún es peor que 20 años atrás, la cosa no tira si no se hacen iniciativas de verdad y desde arriba. En el mundo académico, donde yo me muevo, las cosas han empezado a cambiar cuando alguien, sencillamente, piensa: «O hay un 50% de mujeres o no voy». – «Ah, pues no tenemos nada en contra, ¡sugeridnos a alguien!». Y ya está. Si esperamos a que cambie unánimemente, esto no cambiará.
  • Marta Delatte: Cuando se dice que desde la educación es desde donde se tiene que cambiar se habla de dar a las chicas suficientes herramientas como para que, si lo intentan y no encuentran su oportunidad, puedan fabricarla. Hoy en día, en los medios, ellas se entienden como coristas y cantantes, no se les pasa por la cabeza que son compositoras, o que crean todos los beats de su álbum.

En los medios, ellas se entienden como coristas y cantantes, no se les pasa por la cabeza que son compositoras, o que crean todos los beats de su álbum.

Marta Delatte

  • Clara Peya: Hay gente que me dice que si yo tengo tantos bolos es porque soy una chica. ¡Encima! Es decir, yo, como mujer, lo tengo que hacer el triple de bien para que tú me acredites. Durante mucho tiempo he estado buscado el OK de mis compañeros, hasta que he cambiado el chip.

Parte 2 – Las mujeres como objeto

A menudo vemos que se repiten patrones que reproducen los roles de género establecidos. Las mujeres músicas, y especialmente aquellas que se colocan en la cima de la industria son guapísimas, femeninas, tienen cuerpazos y explotan su sexualidad como parte de su personalidad artística. Nos preguntamos si es difícil salirse de estos cánones tan marcados. Clara Peya nos hablaba de sus retos a la hora de mostrar una expresión de género diferente a la que se le exige socialmente como mujer. Por otra parte, también reconocía que, una vez rotos los moldes, había podido aprovecharse de esa manera distinta de habitar el escenario, a la que ella se refiere como feminidad no normativa.

  • Clara Peya: El espacio es difícil de habitar cuando tienes una feminidad no normativa. Ha llegado un punto en el que ya puedo mostrar mi esencia porque la gente ya sabe quién soy y ya saben que soy una chica pero cuando empecé, si no llevaba vestido, decían «¡qué chico más joven está dirigiendo!». Entonces me tenía que poner un vestido para visibilizar que había una mujer en el escenario. Yo creo que si te sales [de los patrones estéticos], te sales. En mí, creo que hay aspectos de mi feminidad no normativa que me han jugado a favor: el contraste de una feminidad no normativa/ masculinidad y tocar con sensibilidad y que te digan «¡uau, que contraste!».

Hablamos también de las cuotas, un tema que sigue generando polémica. Como decía Lucía Lijtmaer, «la presencia de mujeres se asocia inmediatamente a que estén allí no por su valía, sino por una imposición». Carmen Zapata se manifestaba en favor de las cuotas para acercarnos a la igualdad de manera efectiva. Según Zapata, no podemos aplicar la misma cuota para toda la programación, ya que cada estilo musical y sector tiene unas características y unos niveles en el balance de hombres y mujeres. Asimismo, todas las ponentes coincidieron en destacar la responsabilidad que tienen los programadores para contribuir al aumento de mujeres en el escenario. Cristina Torres introdujo la idea de crear un Observatorio para asegurar las buenas prácticas, ya que no todas las personas que trabajan en la promoción musical tienen los mismos intereses.

  • Carmen Zapata: Me dicen los programadores que las cuotas rompen el criterio artístico. Pero, ¿si no funciona la meritocracia, qué hacemos, esperamos 40 años más? Cuando tuviéramos una radiografía acertada del sector, podríamos establecer cuáles son las cuotas que no rompen con el criterio artístico. Yo trabajo en la programación del Curtcircuit y me autoexijo. Pienso «has programado un 70% – 30%, pues esta edición tengo que superarlo». Creo que es una responsabilidad del sector y empezaré por aquí pero a la Administración pública sí que le voy a pedir unas cuotas. Hay que comunicar a la Administración cuántas mujeres se programan. Cuotas sí, pero con calidad y criterio artístico.

Cuotas sí, pero con calidad y criterio artístico.

Carmen Zapata

  • Marta Delatte: El sector es enorme. No es un tema de sector, es un tema de programadores. No estáis haciendo vuestro trabajo, os tenéis que poner las pilas.
  • Cristina Torres: La mayoría personas que están detrás de los festivales son hombres. Algunas personas tienen una sensibilidad por la música a veces cuestionable. No todas las personas que programan tienen las mismas pasiones. Las subvenciones a cierto tipo de programación no son la solución. Tendría que haber un observatorio que procurara las buenas prácticas.

Las subvenciones a cierto tipo de programación no son la solución. Tendría que haber un observatorio que procurara las buenas prácticas.

Cristina Torres

  • Marta Delatte: Programan a todas las mujeres a las 18h y como periodista acabas haciendo una crónica del concierto de las 22h y una previa con todas las mujeres que han tocado antes.
  • Paula Zapata: Hay programadores que lo consiguen. Igual que estamos critiando a todo el mundo, ¡vamos a dares bola a los que lo hacen bien! Por ejemplo, el Mercat de Música Viva de Vic, el año pasado, programó un 45% de mujeres y el este año ya va por el 46%. Desde la Asociación MIM vamos a mandar una carta a los festivales, en positivo, para que vean que «haberlas, haylas«.

Finalmente, hablamos de las mujeres en las letras de las canciones. ¿Qué pasa cuando ponemos la radio? ¿Qué mensajes se están reproduciendo? Cristina Torres manifestó su preocupación ante el impacto que tienen algunas canciones de reggaeton en las personas jóvenes. Silvia Marínez, por su parte, recordaba que algunas canciones de otros estilos también pueden ser y son machistas tal y como afirmaba Laura Viñuela el pasado febrero e instaba a no «demonizar el reggaeton». Marta Delatte reivindicaba el reggaeton como lugar donde pensarse de forma sexual. 

  • Cristina Torres: El papel de la mujer en las canciones de reggaeton es bastante denigrante. La música tiene un gran impacto en los jóvenes. En las letras se forma el maltrato físico y psíquico y es algo que se acepta socialmente. A veces pareciera que estamos retrocediendo respecto a generaciones anteriores.
  • Silvia Martínez: El reggaeton no me parece más machista ni que el rock ni que otros géneros. Por un lado, los géneros que vienen del Caribe o de ese mundo que desde el pensamiento colonial tenemos como hipersexualizado nos parece más machista que lo que hacen los «Stones». Por otro lado, el reggaeton apela a la sexualidad explícita, apela al cuerpo, apela a la diversión, al movimiento. No me parece que el reggaeton sea más peligroso el anuncio de Nivea Men de los jugadores del Real Madrid*. Existe el reggaeton lésbico y el reggaeton feminista y hay que luchar para que eso suene en Los 40 Principales; no demonizar el reggaeton.
  • Cristina Torres: Hablo con educadores, hablo con profesores y con personas que se dedican a hacer charlas por los institutos y me dicen «Cuidado con lo que viene». Aunque no todo el reggaeton es machista y también hay diferencias en las canciones de amor: cómo son cuando las canta una mujer y cuando las que canta un hombre.
  • Marta Delatte: La adolescencia es un periodo muy sexual y es la primera vez que los adolescentes tienen algo muy sexual con lo que relacionarse. Me hubiera gustado que en mi adolescencia hubiera existido el concepto «perreo» porque hubiera tenido un marco donde pensarme zorrón. El reggaeton es un lugar donde pensarse sexuales.

 

Tras el debate pudimos disfrutar de los conciertos de María Sarmiento y Mabel Flores Project, para terminar bailando al ritmo de VerbenaSouls PD’s y QueerPunkRiot.

Mabel Flores Project en Can Vies. Foto: Ale Castellano

Si asististeis al evento, esperamos que lo disfrutaseis. Y si no, no os preocupéis, no será el último. Seguiremos reuniéndonos para poner sobre la mesa las diferentes perspectivas, generar debate, crear conciencia y, finalmente, conseguir un escenario más justo para todxs (además de gozarlo con buena música hecha por mujeres).

 

*Si quieres descifrar completamente el significado de esta obra de arte de la publicidad moderna, aquí encontrarás todas las respuestas.

NOTA: No está transcrito todo al pie de la letra. Puede haber fragmentos adaptados y/o traducidos del catalán.

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