Sónar 2017, las mujeres ocupan el escenario

Tras cuatro días del cierre del Sónar y recuperadas de la resaca emocional que genera poder ver a tantas artistas a la vez ya tenemos energías para contaros cómo se vivió el evento.

Si visteis el Airtable que publicamos hace unos días sabréis que el número de mujeres haciendo charlas, directos o sesiones era considerable. Desde MYM nos propusimos cubrirlas todas y hemos de reconocer que fue más complicado de lo que imaginábamos.

En algunas ocasiones se solapaban entre ellas y a ratos cruzar los escenarios era una ardua tarea y es que este año Sónar batió récord de asistentes: ¡123.000 personas! Pese a que no se notaba agobiante en ningún momento, la afluencia de gente hacía que, si querías asegurarte el acceso a según qué escenarios acudieras 10 minutos antes del inicio del show. Nosotras aprendimos la lección viendo a Bad Gyal desde la lejanía, porque llenó por completo la sala del Sónar XS.

En estos tres días pudimos ver a Björk pinchar escondida detrás de una selva. A Princess Nokia saltar del escenario y marcarse un speech sobre la necesidad de trabajarnos la mirada colonial. A Miiin haciendo gritar de emoción a la gente al cerrar su sesión con el ‘Diamonds’ de Rihanna. A Black Madonna pinchar clásicos del House como ‘Not everybody understands House music‘, de Eddie Amador o a Suzanne Ciani haciendo un live con su Buchla.

Suzanne Ciani en directo en Sonar Dome el pasado viernes 16 de junio.  Imagen de prensa Sónar 2017

 

Tuvimos oportunidad de charlar con Ciani y compartir impresiones: – ‘Se trata de una nueva época’, nos decía, ‘cada vez va a haber más mujeres en la industria y este festival es la prueba. Ha habido un cambio de onda’, nos asegura Suzanne, las chicas empiezan a saber que son capaces y que no tienen nada que perder.

Las chicas empiezan a saber que son capaces y que no tienen nada que perder

Suzanne Ciani

José Luis de Vicente publicaba el pasado sábado: ‘Hoy en Sónar Festival, una detrás de otra, Suzanne Ciani (70 años) y Bad Gyal (20). Feminidades electrónicas de amplio espectro’. Y así es exactamente cómo lo vivimos: había algunas más jóvenes que otras, algunas que rapeaban, otras que hacían música experimental o pop electrónico y otras que pinchaban: desde el Techno más duro al House más fresco. Resultaba muy fácil conectar y sentirse representada.

Lo que no es tan fácil es detallar una a una sus grandezas, así que he decidido escoger sólo tres y explicaros por qué esas tres actuaciones son las que más me hicieron vibrar.

 

LCC (Las Casi Casiotone), Crudeza, sobriedad y elegancia.

Con el público sentado y mirando la pantalla, el directo recordaba a sesiones de cine experimental musicado en directo. Nada que ver con el sol, los colores y los vestidos extravagantes del exterior. Con unas visuales (de Pedro Maia) que recordaban al arte egipcio, el sonido contundente te envolvía por completo generando a veces una atmósfera casi angustiante. Deliciosamente angustiante, densa y viscosa, casi agónica.

A ellas solo las veías si te fijabas mucho, estaban muy ligeramente iluminadas. No valía la pena buscarlas, eso implicaba distraerse de las visuales… Y esas visuales junto con esos sonidos te atrapaban hasta hacerte balancear la cabeza repetidamente, deseando que ese estado de embriaguez durara mucho, mucho rato.

Las Casi Casiotone el pasado viernes 16 de junio en Sónar. Imagen de prensa Sónar 2017.

LCC son Ana Quiroga y Uge Pañeda, dos chicas de Asturias con un largo currículum vinculado a la música y a las visuales. Quizás no sabéis que las habéis escuchado, pero probablemente sí conocéis el caso 4F lo hayáis hecho: ellas hicieron la BSO de Ciutat Morta, el documental de Xavier Artigas y Xapo Ortega en 2014, con el que volvieron a trabajar en Tarajal: Desmontando la impunidad en la Frontera Sur. Y son una de nuestras recomendaciones a quienes queráis introduciros en el mundo de la electrónica experimental.

Pan Daijing, ruido y distopía industrial.

Pan Daijing es sobria y actúa concentrada, mirando hacia abajo. De repente alza la vista, se queda mirando al escenario, coge el micro y se planta a escasos metros de la primera fila, las bases van sonando y ella mira desafiante al público. Es ruidosa y contundente. Su sonido es tan rotundo que dan ganas de abrazarse a los altavoces porque te tiemblan hasta las entrañas.  Es entonces, cuando ya la sientes tan dentro, cuando empieza a cantar.  Con ella delante, mirando al abismo, pareciendo más un androide de Blade Runner que una persona.

Daijing conjuga perfectamente el noise y lo industrial con una puesta en escena impactante, muestra de ello fueron las reacciones de la gente cuando se puso la máscara blanca y posó vacilante ante un público absorto. Su directo la acerca más a la performance y a la interpretación sonora que a un live habitual. De origen Chino pero actual residente berlinesa, colabora en varios proyectos artísticos y podréis verla dentro de unos meses en el  Berlin Atonal. 

Pan Dijing en Sónar Dome el pasado viernes 16 de junio. Sónar 2017

Clara 3000, oscura, hipnótica y sutil.

Debo reconocer que Clara 3000 fue mi crush del festival.  Como podéis imaginar por mis anteriores elecciones, suelen gustarme los directos y las sesiones que oscilan entre lo experimental y lo industrial con un toque bastante oscuro. Clara 3000 coge todos esos sonidos rotos y con mucha sutileza les da sentido, parece que los meta en una coctelera y consiga sacar algo bailable, hipnótico y con la combinación perfecta entre ruido y techno clásico.

Clara 3000 te atrapa sin caer en el exceso de sonido, de forma sutil. Resultó extremadamente fácil conectar con ella, la selección de temas resultaba sublime y cerrar los ojos y dejarse llevar era casi una obligación.  La sesión de aproximadamente una hora se hizo corta, mutaba y se adaptaba constantemente, sin nunca perder su esencia, mientras el público entraba en un estado de absorción y evolución guiado por los beats de la francesa.

 

Silvia Valle 

 

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